Herradero en Los Prados

Frio, mucho frio, hizo el pasado martes 4, en la ciudad de Albacete. A escasos kilometros del centro, en la carretera que va hacia el pueblo de Santa Ana, se encuentra la finca "Los Prados", propiedad del gran maestro Dámaso González.

Alli, entre campos de maizales y grandes llanuras, donde los galgos del maestro, demuestran sus habilidades, se cria el toro bravo.

La base de esta ganaderia, es muy parecida, a la de su hermana Las Ramblas, viniendo todo de la matriz de Salvador Domecq. La pasada feria de Albacete, lidio un gran encierro, que llenó de elogios a los pupílos que cría el "Rey del Temple", y que anuncia a nombre de su hija, Sonia González.

David Lorente, Salvador Lobato, Dámaso Gonzalez y Javi Palomeque

Unos 80 machos y 69 hembras, fueron herrados bajo la supervision del joven Dámaso González y su tío Pepe. El maestro andaba atareado, y tan solo hizo una fugaz visita para comprobar como iban las labores.

A pie de obra, y con los hierros en la mano, toda una institucion del arte de picar, El Pimpi, quien dió lecciones a todo el mundo de como herrar un becerro. El Pimpi estuvo auxiliado por el novillero Juan Luis Rodriguez, y por el padre de este, tambien muchos años, al igual que El Pimpi, a las órdenes del gran Dámaso González.

Los jovenes alumnos de la Escuela Taurina de Albacete, colaboraron en todas las tareas.
Los alumnos de la Escuela Taurina de Albacete herrando a mano
Los becerros aguardaban en los corrales su momento. Uno a uno, iban pasando, segun su crotal, e iban introduciendose dentro del mueco.

Becerros esperando en las corraletas
Una vez alli, se herraban con los piales de la U perteneciente a la Union de Criadores de Toros de Lidia, y la S G entrelazada de Sonia Gonzalez. su número identificativo, y el guarismo correspondiente, en este caso un 8, era el resto. Finalmente, se señalaban los machos con la señal de Horquilla en ambas orejas.

Colocando los hierros
Luego se repasan los numeros recien herrados con Aluspray, un spray cicatrizante color plata, que ayuda a no causar mas herida.

El novillero Juan Luis rodriguez herrando junto a El Pimpi.

Los becerros son soltados al corral, donde son amparados por una vaca mansa. Cuando el ultimo becerro esta herrado , se les da suelta al campo libre. Ya forman parte de la ganaderia, y ya son miembros identificados de la misma.

En busca del campo

Por último, y tras el agotador día de trabajo, nada mejor que un buen arroz y un vinito de la zona para entrar en calor.

Comida en los salones de la plaza de tientas